Sin duda, la responsabilidad social empresarial es una herramienta fundamental para alcanzar un desarrollo sostenible. Representa el compromiso de las empresas por la justicia social y el cuidado ambiental. Empezando por sus propias prácticas de producción, continuando por el cuidado a sus trabajadores, socios y clientes, y terminando por una contribución efectiva al bienestar de la comunidad local en las que desarrollan sus actividades.

Aquí te explicamos en qué consiste la responsabilidad social empresarial, cuál es su importancia y cómo opera en el sector de la energía. Además te presentamos el ejemplo de dos empresas con buen desempeño en RSE.

Qué es la responsabilidad social empresarial

La responsabilidad social empresarial es el compromiso de las compañías con sus empleados, la sociedad y el ambiente para mejorar la calidad de vida de las comunidades donde desarrollan sus actividades (Martínez, 2014).

Se trata de una contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental. Esto implica acciones para compatibilizar sus actividades comerciales y corporativas con el cuidado del medio ambiente en el que operan (Oxfam, 2016).

La responsabilidad social empresarial implica:

  • Buenas condiciones laborales
  • Apoyo a causas humanitarias
  • Y cuidado ambiental (Martínez, 2014).

Esto último conlleva evitar cualquier tipo de contaminación, minimizar sus impactos ambientales y su generación de residuos. También debe llevar a cabo una racionalización del uso de los recursos naturales y energéticos y, por supuesto, cumplir la legislación ambiental vigente (Eisa, 2021).

Por qué es importante la responsabilidad social empresarial

Algunos de los beneficios de la responsabilidad social empresarial son los siguientes:

  • Genera negocios sostenibles.
  • Mejora las condiciones del mercado laboral.
  • Cuida el ambiente.
  • Mejora la producción, generando satisfacción y lealtad en los clientes.
  • Aumenta la motivación, fidelidad y creatividad en los trabajadores.
  • Mejora la imagen pública de la empresa.
  • Posiciona mejor a la empresa en el mercado y aumenta la posibilidad de que reciba ayudas públicas por la buena imagen que proyecta.
  • Ahorra costos y aumenta rentabilidad por la eficiencia en el uso de recursos.
  • Aumenta las ventas (Martínez, 2014).

 

Según el informe Aproaching the Future 2019: Tendencias en Reputación y Gestión de Intangibles, el 56 % de las empresas ha comenzado a diseñar algún plan para garantizar la sostenibilidad (CANVAS, 2019). Se espera que, en 2030, cuando entre en vigor el Acuerdo de París, se alcance el 100 %.

Por otro lado, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son la meta a alcanzar por parte de un 78 % de directivos. Los inversores en estas empresas también están observando este tipo de actuaciones y valorando, positivamente, la influencia de estas compañías en sus clientes potenciales.

Entre los ODS más destacados se podrían mencionar los relacionados con la economía colaborativa, la flexibilidad laboral y el hallazgo de nuevas fórmulas que garanticen la competitividad sin generar residuos (Ecolec, 2019).

 

La responsabilidad social empresarial en Guatemala

En Guatemala el movimiento de la responsabilidad social empresarial inicia en 1998, con un grupo de líderes comprometidos con el tema, quienes reconocen su importancia y crean CentraRSE (Centro para la Acción de la Responsabilidad Social Empresarial en Guatemala).

 

Fundada en el 2003, hoy es una organización con más de 100 empresas asociadas, que pertenecen a más de 20 sectores productivos del país, las cuales representan alrededor del 30 % del PIB de Guatemala y dan empleo a 150,000 familias. Hoy en día, se ha convertido en la coalición de empresas promotoras de la RSE más influyente del país y una de las más importantes a nivel regional (Computrabajo, s.f.).

La responsabilidad social empresarial en el sector de las energías

El sector energético tiene un rol fundamental en la consecución de un modelo económico y social sostenible. Algunos desafíos globales del sector son la eficiencia energética, la biodiversidad y otros vinculados a las etapas de la cadena de valor: generación, transporte, distribución y consumo.

En el marco de los retos globales listados, el programa de trabajo en el sector eléctrico tiene por objetivos principales la seguridad de abastecimiento de energía a largo plazo, la identificación de soluciones eficientes para la reducción de las emisiones de CO2 y el fomento del diálogo con los reguladores en la definición de las políticas energéticas globales. Además de una línea de trabajo específica en el ámbito del acceso a la energía en países en desarrollo (Energía y Sociedad, s.f.).

Empresas del sector destacadas por su enfoque de responsabilidad social empresarial

1. Iberdrola (España)

Tiene un fuerte compromiso social. Como parte del mismo, han puesto en marcha muchas iniciativas en ámbitos como el deporte y la educación. También en la cooperación y la ayuda a los colectivos más desfavorecidos. Todo ello, a través de la actividad de fundaciones en el mundo y de su Programa Internacional de Voluntariado en el que, en 2019, participaron 7.500 personas.

Este grupo está comprometido con el desarrollo energético, cultural y social de las comunidades en las que realiza su actividad, siendo líder en el impulso de los ODS y la lucha contra el cambio climático (Iberdrola, 2021a).

Se ha comprometido a reducir su intensidad de emisiones a 50 gCO2/kWh a nivel global en 2030. Así conseguiría una reducción del 86 % en tres décadas. También, trabajan para alcanzar la neutralidad climática en Europa en 2030 y a nivel global en 2050 (Iberdrola, 2021b).

2. Secacao (Guatemala)

Es un grupo de empresas dedicado a proyectos hidroeléctricos y de reforestación. Las Centrales Generadoras de Secacao, Candelaria, Choloma y los proyectos de siembras forestales de la División Agroforestal se localizan en el municipio de Senahú, departamento de Alta Verapaz. La planta de generación distribuida Guayacán se ubica en el municipio de Taxisxo, departamento de Santa Rosa (Grupo Secacao, s.f.).

En el 2007, creó la Fundación Trece Aguas para implementar proyectos sociales y ambientales en comunidades aledañas a las Centrales Generadoras. Su objetivo es promover el desarrollo auto sostenible de esas áreas rurales, incorporando capacidades de las poblaciones beneficiarias. Además, busca favorecer las condiciones para que las personas de estas comunidades sean sujetos de su propio desarrollo.

Sus áreas o ejes de trabajo son:

  • Ambiente (de carácter transversal). Minimizan su huella de carbono y garantizan que sus actividades no afecten la calidad del agua, del aire o de los ecosistemas.
  • Desarrollo económico en 25 comunidades.
  • El desarrollo humano busca fortalecer a líderes comunitarios.
  • En el área de la salud se promueven cuidados y controles a familias, se ofrece atención primaria y jornadas médicas en la Casa de Salud de la fundación y se hacen traslados de pacientes a los hospitales de la localidad.
  • En educación,se mejora la infraestructura de las instalaciones educativas y se garantiza que sean adecuadas académicamente, además de fortalecer a los maestros.
  • Comparten beneficios con las comunidades indígenas vecinas y establecen alianzas con gobiernos locales (Grupo Secacao, s.f.).

 

Las compañías de la industria energética tienen cada vez más responsabilidad frente a aspectos ambientales, sociales y económicos. Por lo tanto, es importante que implementen acciones de responsabilidad social empresarial y así lograr el acceso universal a los servicios modernos de energía, mejorando la eficiencia energética y aumentando la cuota de energía generada a partir de recursos renovables.