Primero aclaremos que las energías renovables son un recurso natural y por lo tanto ilimitado. Se emplean recursos como la energía solar, el viento o el agua; aunque ahora con la escasez de agua es difícil incluirla en la lista. 

La naturaleza, y la inmensa energía que contienen pueden regenerarse. Esta energía no contamina y es la más limpia hasta el momento. 

Otra de las bondades de la energía renovable es que la zona donde se instalan llevará desarrollo a la región, al generar condiciones para el crecimiento industrial y económico entre sus habitantes hasta convertirla en sostenible. 

De una vez aclaro que esto no sucede en un abrir y cerrar de ojos, es una inversión a largo plazo pero los frutos de este primer paso se verán con el pasar de los años. 

Es una energía segura porque no afecta la salud. En esta era de información y opinión pública, se tiene una actitud favorable hacia la energía renovable.

Entre las desventajas podríamos mencionar que la inversión inicial es muy grande. Las empresas deben contemplar un presupuesto amplio para la inversión y para operar y, a veces, esto no les parece atractivo.

Otra de las desventajas son las grandes cantidades de terreno para instalarlas. En países como Guatemala donde las hidroeléctricas generan mucha conflictividad, mudarse a este tipo de inversión sería lo mejor para evitarse cientos de problemas y pago de servicios para mitigar daños de reputación. 

Recuérdense que esto es una inversión muy grande y si existen más personas de tu lado que se dan cuenta que con el paso del tiempo atraes más empresas para invertir y creas empleo para sus pobladores con sueldos dignos, habrá más tranquilidad entre la población y se instalará en definitiva una economía sostenible.