Si sabes qué es el desarrollo sostenible, entonces tienes clara la importancia del cuidado del agua. Este recurso tiene que ver con la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Además, impulsa el crecimiento económico y es esencial para la vida de los ecosistemas (Banco Mundial, 2019).

 

En este artículo profundizamos en la importancia de cuidar el agua. También, te explicamos su papel en la producción de energía eléctrica y te ofrecemos consejos útiles para reducir tu consumo a nivel personal y empresarial.

La importancia del cuidado del agua

 

2.200 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua segura; 4.200 millones carecen de servicios de saneamiento; y otros 3.000 millones no disponen de instalaciones básicas para el lavado de manos. En este contexto, resulta clarísima la importancia del cuidado del agua (Banco Mundial, 2019).

La escasez y la falta de acceso a agua segura son grandes dificultades para el progreso económico, la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible. Estas problemáticas se deben, entre otras cosas, al crecimiento demográfico, la gran variabilidad de las precipitaciones y la contaminación. Las consecuencias de todo esto son locales, nacionales y mundiales, y afectan fundamentalmente a los más vulnerables.

El cambio climático se manifiesta también a través del agua. Nueve de cada diez desastres naturales se relacionan con este recurso esencial. Los riesgos climáticos vinculados con el agua implican, entre otras cosas, a la alimentación, la energía y la vida de las ciudades. Si se quieren lograr los objetivos relacionados con clima y desarrollo, el cuidado del agua debe ser central en las estrategias de adaptación (Banco Mundial, 2019).

 

El papel del agua en la generación de electricidad

La producción de energía eléctrica representa uno de los mayores usos del agua en todo el mundo. Se estima que se usan unos 53.000 millones de metros cúbicos de agua dulce para producción termoeléctrica a escala global (Sesma, 2020).

Además de las centrales hidroeléctricas, las termoeléctricas (aquellas que emplean como combustible carbón, gas natural o uranio) también utilizan grandes volúmenes de agua. Principalmente, como refrigerante: para disipar el calor residual de los sistemas y permitir el correcto funcionamiento de las instalaciones.

La temperatura necesaria para producir electricidad en este tipo de instalaciones varía según el combustible empleado y, por eso, cada tipo de central requiere distintas cantidades de agua (Sesma, 2020).

12 acciones para el cuidado del agua a nivel individual y empresarial

Aquí te presentamos algunos consejos útiles para llevar a cabo personalmente o desde tu empresa (Casado, 2019; Culligan, 2021; Echavarria, 2018; Finactiv, 2016; Kibo, s.f.; Saconsa, 2018):

  1. Instalar y revisar periódicamente medidores de consumo.
  2. Arreglar las fugas existentes.
  3. Reutilizar agua en los procesos
  4. Utilizar electrodomésticos de bajo consumo con programas eco y dispositivos ahorradores.
  5. Racionalizar el riego.
  6. Reciclar el  aceite usado de cocina y no tirarlo por el desagüe para no contaminar. Después de cocinar, se deja enfriar, se filtra y se guarda en una botella plástica limpia y seca. Cuando ya tengas las botellas de aceite vegetal usado llenas, ciérralas bien y llévalas a los puntos de reciclaje que haya en tu ciudad, para que programas especializados puedan procesar adecuadamente estos residuos.
  7. Sensibilizar en el cuidado del agua a los colaboradores, los proveedores y los empleados
  8. Colaborar con organizaciones ambientales y empresas que tratan las aguas residuales. Por ejemplo, el agua que usa el sector de la minería para procesar los minerales debe ser tratada antes de descargarse al ambiente, para que no contamine fuentes de agua.
  9. Reciclaje y reutilización de envases contaminantes. También, sustitución del plástico común por plástico reciclado o materiales biodegradables.
  10. Usar equipos de alta presión para una limpieza con ahorro de líquido.
  11. Impedir la contaminación de los ríos, evitando almacenar sustancias tóxicas que puedan ser filtradas por la lluvia.
  12. Procurar que los procesos industriales no conlleven deforestación, para evitar la erosión del terreno y preservar la recarga de agua al subsuelo.

Además de beneficiar al planeta, el cuidado del agua le sirve a las empresas para ser más sostenibles. Además de ayudar a preservar el ambiente, mejora la imagen de las marcas. También les hace ganar confianza de clientes y proveedores, ser más competitivas y ganar visibilidad internacional.

¡Es hora de empezar a cuidar este valioso recurso!

En definitiva, el agua se requiere en casi todo lo que hacemos: es imprescindible en todos los ecosistemas; garantiza la producción de alimentos; y ayuda a construir comunidades humanas (por ejemplo, generando energía eléctrica) (Rotoplas, 2019). Por todo ello, el cuidado del agua es responsabilidad de todos los actores sociales: desde las familias a las pequeñas y grandes empresas.