¿Sabías que todavía gran parte de la movilidad es alimentada por combustible fósil? Por eso, hoy en día uno de los mayores desafíos de las ciudades es la gestión de un transporte sostenible y seguro (Pin, 2020).

Aquí te explicamos en qué consiste y qué implicación tienen las empresas en esto. Además, te presentamos ideas concretas que puede llevar a cabo cualquier organización para promover un transporte más ecológico.

¿Qué es la movilidad sostenible?

La movilidad sostenible agrupa los desplazamientos, de pasajeros y mercancías, que minimizan su impacto ambiental. En la ciudad abarca el transporte público (autobuses cero emisiones, metro, tren, tranvía) y privado (peatonal, bicicleta, patineta eléctrica) (Esmartcity, 2021).

Es fundamental en las smart cities, pues contribuye a reducir emisiones (y, por tanto, la contaminación ambiental), mejorando la calidad del aire (Esmartcity, 2021). Por eso, en ellas se está impulsando con medios de transporte sostenibles y tecnologías como la infraestructura de recarga eléctrica.

10 principios de la movilidad sostenible

Para comprender mejor en qué consiste este tipo de transporte, conviene profundizar en algunos de sus principios (Pin, 2020):

  1. Planificar ciudades a escala humana.
  2. Fomentar los desplazamientos no motorizados (a pie y en bicicleta).
  3. Implementar mejoras en el transporte público.
  4. Reducir los espacios destinados a la circulación de coches.
  5. Fomentar la intermodalidad.
  6. Pacificar el tránsito urbano.
  7. Recuperar el espacio público para los peatones y los ciclistas.
  8. Gestionar adecuadamente el estacionamiento.
  9. Distribuir eficientemente las mercaderías.
  10. Comunicar las soluciones de cambio en la cultura vial.

¿Por qué es cada vez más importante la movilidad sostenible para las empresas?

El transporte sostenible sirve para prevenir el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero. Esto preocupa cada vez más en las ciudades, donde se pretende rebajar los índices de contaminación atmosférica, por una cuestión de salud pública (Garrett, 2021).

Aquí es incuestionable el papel de las empresas y las oportunidades que existen en torno a nuevas soluciones para el transporte urbano. Su conocimiento de las necesidades de las ciudades o su capacidad tecnológica y de innovación ya se están poniendo en práctica, especialmente a nivel de negocio, optimizando (Moreno, 2018):

¿Qué pueden hacer las organizaciones para implementar la movilidad sostenible?

Subvencionar abonos para el transporte público, en vez de plazas de garaje

Muchas empresas tienen sedes a las afueras de la ciudad y no todo el mundo tiene coche (De Córdoba, 2011). Si la ciudad no cuenta con un buen sistema de transporte, la empresa podría invertir en autobuses privados para empleados, con lo que se conseguirá (López, 2018):

  • Ofrecer un servicio para quienes no cuenten con un medio de transporte propio.
  • Reducir el número de vehículos que se trasladan al trabajo.

Animar a los empleados a compartir coche

Poniendo en contacto entre sí a quienes vivan cerca o tengan el mismo horario, a través de web o un tablón de anuncios en la oficina, se podrá:

  • Ahorrar dinero en combustible.
  • Mejorar el ambiente laboral.
  • Minimizar los retrasos.

La empresa, además, puede premiar el uso compartido de coches, reservando plazas de parking a quienes acudan así (De Córdoba, 2011).

Espacio seguro y accesible para aparcar la bicicleta

El uso de este medio de transporte por parte de algunos empleados puede animar a otros a probarlo. La bicicleta puede ser para todo el trayecto o parte de este. Recuerda que los trenes y metros permiten transportarla a cualquier hora del día. Y si la bici es plegable, puede llevarse incluso en autobús (De Córdoba, 2011).

Escalonar los horarios de entrada y salida

En el transporte público se producen aglomeraciones en hora punta y esto desanima a muchas personas. Dejar libertad para que los empleados entren y salgan a horas menos concurridas puede animarlos a utilizar transporte público. Además, así se evitan las congestiones de tráfico debido al exceso de autos en carretera (De Córdoba, 2011).

También se recomienda transformar la jornada partida en una continua o intensiva. Así los trabajadores solo deben realizar un viaje de ida y vuelta (López, 2018).

Fomentar el teletrabajo

Eliminar la necesidad de desplazamientos ahorra directamente en emisiones contaminantes, mejora la calidad de vida del trabajador y ahorra tiempo y dinero. Conceder unos días a la semana de teletrabajo es perfectamente posible para muchos puestos y descarga el transporte público (De Córdoba, 2011).

Asociarse con empresas de la zona para reivindicar mejoras

Pueden unir fuerzas para pedir, a las administraciones, mejoras en los accesos por transporte público. Además, su gran conocimiento de las necesidades de sus empleados (empresas con horarios especiales, comienzo de los turnos, procedencia de los trabajadores) puede ser una información útil para que los técnicos de transporte sepan cómo actuar (De Córdoba, 2011).

Beneficios empresariales y ambientales de la movilidad sostenible

La movilidad sostenible aporta muchos beneficios, tanto a la empresa como a sus empleados y a la sociedad en general (Iberoelectra, 2021). Los beneficios para una empresa son, principalmente:

  • Reducción de emisiones de gases efecto invernadero y contaminantes.
  • Reducción del ruido urbano.
  • Mejora en la calidad de vida de las personas. Ten presente que respirar gases produce graves problemas respiratorios, ocasionando gastos sanitarios y produciendo bajas laborales.
  • Mejora de la imagen corporativa a través de esta acción de responsabilidad social empresarial.
  • Reducción de costes y ahorro energético gracias al teletrabajo.
  • Mejora de salud de sus trabajadores y disminución del nivel de estrés producido por los atascos y demoras del transporte público.
  • Cumplimiento, por parte de muchos sectores que lo requieren, de ciertos estándares para acceder al mercado.

Los beneficios para los empleados son los siguientes (Iberoelectra, 2021):

  • Compartiendo vehículo para desplazarse ahorran económicamente.
  • Disfrutan de un mejor clima laboral.
  • Si utilizan el transporte público o se desplazan andando, realizan ejercicio, por lo que tienen una rutina más saludable.

Es realmente impresionante la cantidad de beneficios que aporta la movilidad sostenible. Sin duda, las empresas tienen mucha capacidad de incidir en ella para fomentarla, con prácticas simples pero muy efectivas.