La innovación energética es clave para el futuro de las industrias. Básicamente, porque el mundo necesitará cada vez más demanda para construir productos y servicios. No obstante, también hay que considerar el aspecto ecológico y el cuidado del planeta. Aquí te contamos el papel que tiene la tecnología en todo esto.

La importancia de la innovación energética en los próximos años

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el gasto energético se podría elevar hasta un 25% para el 2040. Esto se explica porque algunas potencias de la producción, como India y China, tendrán que producir más ante las necesidades de la humanidad (DW, 2018).

De todas maneras, no hay que alertarse por el momento. Según esta misma institución, en el 2020 la demanda de energía mundial se desplomó un 5,3 %, producto de la pandemia y los cambios de hábitos de las personas (Cronista, 2021).

Así, hay que considerar que la innovación que se está produciendo en el sector energético se sustenta en 3 dimensiones: la tecnología, los negocios y la regulación (BID, 2019). Tal vez uno de los avances más importantes tenga que ver con el Acuerdo de París, que prevé una transición energética en el futuro. La idea es que las empresas y los estados puedan incorporar distintos mecanismos para generar energías renovables. Es decir, que el mundo empiece a usar otras fuentes energéticas (Naciones Unidas, 2018).

En consecuencia, las distintas creaciones de la industria de la energía se justifican por la lucha contra el cambio climático. Como las tecnologías están teniendo un rol clave en este proceso, aquí te contaremos cuáles son las principales transformaciones de la industria.

Las principales tecnologías de la industria energética

Si bien hay muchas más, las baterías de almacenamiento energético, la energía solar y el hidrógeno verde son las transformaciones tecnológicas más destacadas de la industria. A continuación, todo lo que necesitas saber sobre ellas.

Sistemas de almacenamiento basados en baterías

Una de las innovaciones más importantes es el almacenamiento de energía basado en baterías. En inglés se conoce como Battery Energy Storage System (BESS) y puede ser clave para optimizar el almacenamiento energético. Esta tecnología sirve para conservar las energías renovables, como la eólica y la solar.

Un ejemplo claro de esta innovación refiere a la empresa Iberdrola. Para el 2025, esta empresa buscará generar 75.000 millones de euros en inversión sobre el almacenamiento de energía.  Por lo tanto, se están creando nuevos contenedores para guardar la energía y usarla en momentos de necesidad.

Este desarrollo puede ser muy útil en el sector de la electricidad. En este sentido, si existe un problema en la conexión que impide que llegue la luz a las casas, se puede usar este sistema de respaldo que se carga con energías renovables (Iberdrola, 2020).

Así, mejorar el sistema de las baterías puede ser útil en distintos escenarios. Un caso se puede ver con el sistema de bombeo hidroeléctrico. Esta tecnología permite almacenar agua en los momentos de menor demanda para aprovecharla cuando más se necesite (El Periódico Extremadura, 2019).

Luz solar

Este elemento es esencial para pensar en el posible desarrollo económico que implica la innovación energética. La idea es romper con el prejuicio de que las energías alternativas son mucho más costosas que las tradicionales.

De este modo, muchas empresas lanzan al mercado productos que funcionan con energía solar. Estas compañías anticipan un crecimiento en la demanda de esta clase de energía y presentan ideas novedosas que funcionan con este recurso (Deloitte Insights, 2019).

Hay varios ejemplos destacados que son una auténtica innovación para la industria. A nivel estatal, Holanda creó la “SolaRoad”, una calle que genera energía a partir de la luz solar. Se trata de una calle ubicada en Ámsterdam que, en sus primeros 6 meses, aportó 3.000 kWh. Para entender la dimensión, se trata del suministro eléctrico necesario por familia durante un año (Proyecto FSE, 2018).

En cuanto al ámbito privado, la compañía canadiense WeWi Telecommunications lanzó una portátil solar. Como novedad principal, este dispositivo solamente requiere de dos horas al sol para cargarse. Estas funciones duran unas 10 horas, ya que incorpora unos paneles solares que están detrás de la pantalla (Grupo Geek, 2018).

Tampoco hay que olvidar la industria automotriz. Aunque se cree que la alternativa a los combustibles fósiles tradicionales es la electricidad convencional, también hay prototipos para que los coches funcionen a través de la energía solar. A la vez, esto implicaría solucionar el problema del alto tiempo de recarga de los vehículos eléctricos.

Por ejemplo, algunos vehículos, como el Nissan Leaf y el Toyota Prius incluyen paneles solares. El objetivo es generar energía para apoyar algunas funciones de los coches, como el equipo de música o el climatizador. En consecuencia, la principal innovación del futuro podría ser que estos se impulsen con luz solar (La Vanguardia, 2019).

Hidrógeno verde

Hay que comprender el hidrógeno verde como una innovación alternativa a los combustibles tradicionales. Por si no lo sabes, es un recurso que puede cambiar la industria energética. Como los consumidores demandan más energías limpias, el hidrógeno verde puede ser clave para varios sectores (MIT, 2021).

También conocido como hidrógeno renovable, el hidrógeno verde es un transportador de energía. Es decir, sirve para mover energía de un lado al otro, en este caso, a través del agua. Por lo tanto, se crea a través de fuentes renovables, descomponiendo moléculas de agua en oxígeno e hidrógeno (BBC, 2020).

Lo relevante es que producirlo implica no emitir dióxido de carbono, lo cual puede ser útil en la industria, el transporte y la generación de la energía eléctrica. Por ejemplo, en la industria alimenticia sirve para hidrogenar aceites artificiales, en la de transporte se usa para abastecer todo tipo de vehículos y en la energética funcionaría para sistemas de calefacción (Chequeado, 2021).

El hidrógeno verde es visto como una de las principales opciones de inversión de los países y empresas. Por esto, la Unión Europea se comprometió a invertir 450.000 millones de dólares en este recurso. Incluso, empresas como Repsol, BP y Shell también han lanzado algunos proyectos donde contemplan su innovación (BBC, 2021).

En conclusión, seguramente verás que existen distintas tecnologías e ideas que están permitiendo una gran innovación en las energías. Lo esencial es que la industria las siga perfeccionando. De esta forma, el planeta, los consumidores y las empresas se podrán beneficiar, ya que cuidarán el planeta y mejorarán sus servicios.