La contaminación del aire emerge como uno de los desafíos más acuciantes de nuestros tiempos, teniendo consecuencias potencialmente irreversibles para la existencia en la Tierra. Este artículo se centra en la situación específica de Guatemala, un país particularmente afectado por este fenómeno, según reporta el Air Quality Life Index, situándolo entre las localidades con peor calidad del aire a nivel mundial.

¿Qué es la contaminación del aire?

Definida como la presencia de substancias o formas de energía en el aire que implican riesgos o daños para los seres vivos y el ambiente, la contaminación atmosférica se manifiesta mediante el desarrollo de enfermedades en humanos y animales, pérdida de visibilidad y generación de olores desagradables. En especial, los gases de efecto invernadero juegan un papel crucial en el aceleramiento del calentamiento global.

La principal causa detrás de este problema es la acción humana, particularmente la quema de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo, esencial en las actividades industriales, agrícolas, de gestión de residuos, domésticas y de transporte.

Sustancias que producen la contaminación del aire

Entre los principales gases contaminantes se encuentran el monóxido de carbono, dióxido de carbono, dióxido y óxido de nitrógeno, ozono, material particulado, dióxido de azufre, hidrocarburos y plomo. Todos ellos derivan principalmente de cinco focos de actividades humanas ya mencionados.

Calidad del aire en Guatemala

La evaluación de la calidad del aire en Guatemala arroja resultados preocupantes. La capital, Ciudad de Guatemala, se encuentra gravemente afectada por niveles altos de contaminación, especialmente derivados de la afluencia vehicular que incrementa la concentración de dióxido de nitrógeno. Un estudio de la Universidad de San Carlos destaca que las partículas en el aire, que deberían ser respirables, superan en tres veces el nivel recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este escenario está correlacionado con una mayor incidencia de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, incluidas afecciones de severidad como el asma y el cáncer de pulmón. El origen de esta contaminación atmosférica se atribuye en gran medida al uso masivo de vehículos que emiten diariamente gases nocivos, siendo el país un importador neto de combustibles diésel y fósiles destinados al transporte terrestre, principalmente, en sus áreas urbanas.

Los recientes incendios en vertederos y áreas naturales también han contribuido significativamente a la degradación de la calidad del aire, aumentando la concentración de material particulado y gases nocivos, lo que exige la implementación de medidas de emergencia.

La situación en Guatemala respecto a la contaminación del aire es crítica y demanda una acción inmediata y fundamentada en la ciencia, considerando el contexto socioeconómico del país para evitar repercusiones adversas, particularmente en poblaciones vulnerables. Es imperativo adoptar estrategias que no solo atiendan emergencias, como incendios, sino también aborden las causas subyacentes de la contaminación, especialmente las emisiones vehiculares, para salvaguardar la salud pública y el bienestar ambiental.